RESUMEN
Muchas
conchas de foraminíferos cuaternarios, procedentes de localidades de todo el
globo, tienen evidencias bioerosivas, lo que confirma que la predación y el
parasitismo son fenómenos comunes sobre los foraminíferos bentónicos tanto en
medios actuales como en el pasado. También la presencia de perforaciones
simples en varias cámaras de foraminíferos planctónicos indica que algún o
algunos organismos planctónicos hacen presa sobre los individuos vivos. La
observación de una perforación restañada en la concha de un foraminífero
planctónico indica que al menos algunos individuos sobrevivieron al ataque de
ese predador desconocido.
La
distribución de una de las trazas, Fossichnus solus igen. et isp. nov., sugiere
que está controlada por factores medioambientales. Fossichnus solus isp
nov. se distingue por ser una marca circular u oval y, muy probablemente,
representa una estructura de fijación. Alternativamente, ya que F. solus isp.
nov. es parte de un desarrollo secuencial que puede dar lugar a Oichnus
simplex, podría interpretarse como una traza de predación abandonada. Se
han encontrado por primera vez otras trazas bioerosivas: una perforación múltiple
en tamiz se deja en nomenclatura abierta; otra en media luna y otra acanalada se
dejan también en nomenclatura abierta como Oichnus aff. asperus y
O. aff. paraboloides, respectivamente.
Fossichnus
solus isp. nov. es bastante
común en sus distribuciones geográfica y temporal, por lo que es
potencialmente útil como marcador paleoecológico. En los otros casos:
perforación en tamiz, Oichnus aff. asperus y O. aff. paraboloides,
sus presencias son muy raras y por el momento con un interés paleoecológico
limitado.
Palabras clave: Foraminíferos, bioerosión, icnotaxonomía, Pleistoceno.
Traducción: Prof. Marcos A. Lamolda. Facultad de Ciencias-UPV. Campus de Lejona. E-48940 Lejona