Resumen
Triceratops, un dinosaurio ceratópsido chasmosaurino común del Cretácico superior de Norte América, es bien conocido por su ornamentación craneal, que incluye un cuerno nasal simple y dos cuernos grandes supraorbitales. Comúnmente, se sospecha que Triceratops usaba su cornamenta en combates intraespecíficos, pero esa hipótesis no se ha comprobado rigurosamente. Utilizando modelos de cráneos de Triceratops se determina si físicamente pueden trabarse los cuernos, tal como ha sido sugerido. Hemos encontrado tres posiciones posibles de trabazón, que conllevan varias orientaciones de los cráneos. Basándose en dichas posiciones, se aprecia que los daños ocasionados por los cuernos son más probables en ciertos lugares del escudo craneal, áreas jugales y extremos de los cuernos. Ello se corresponde con algunas de las patologías descritas en individuos chasmosauninos. Las incertidumbres sobre este experimento se centran sobre las variaciones de la orientación, tamaño y forma de la cornamenta y la existencia posible de recubrimientos queratinosos. Triceratops se diferencia de los mamíferos astados modernos por la orientación de sus cuernos, lo que sugiere que si había combates intraespecíficos su estilo de lucha era bastante diferente del de los animales actuales. Durante la hipotética trabazón de la cornamenta de Triceratops, la mayor parte de la fuerza se dirigía hacia las áreas media y lateral de los cuernos. Esto tiene implicaciones sobre los estudios futuros de la morfología funcional craneal de los ceratópsidos, especialmente en relación con la arquitectura de los cuernos y el desarrollo del complejo del sinus frontal.
Palabras clave: Ceratopsidae, Chasmosaurinae, dinosaurios, uso de la cornamenta, paleopatología, Triceratops
Traducción:
Prof. Marcos A. Lamolda. Facultad de Ciencias-UPV.
Campus de Lejona. E-48940 Lejona